Hoy es un día de alegría y melancolía, nos reunirnos aquí y tenemos en nuestro corazón los más bellos recuerdos, de esos exquisitos sentimientos por todos los momentos que juntos compartimos, porque todo lo aprendido no se olvidará jamás.
Desde que llegaste a nuestra vida todo ha cambiado, pareces ser el ángel de la guarda del grupo y aunque es poco el tiempo que hemos compartido y a muchos nos gustaría que ese tiempo se extendiera, eso es lo menos importante y lo que realmente poco nos interesa en este momento comparado con todo lo que has hecho por nosotros.
De verdad, que difícil es encontrar personas como tu, definitivamente es una bendición de Dios que nos haya colocado en tu camino, ya no hay con quien compartir ni disfrutar de las cosas más sencillas, ya que este mundo de consumo en que vivimos nos ha alejado de muchos cosas bellas que tiene la vida, y lo peor, es que nosotros nos hemos dejado arrastrar de él sin darnos cuenta.
Gracias por compartir tu espacio, gracias por hacernos mejores personas, gracias por romper la monotonía en que nos encontrábamos, pero sobre todo gracias te doy por enseñarnos a caminar en el sendero de nuestro señor Jesucristo y mostrarnos su verdadera luz.
Lo mínimo que podemos hacer, ahora para expresarte estas frases sin esperar fechas de cumpleaños, aniversarios…, es desearte con todo el corazón y las buenas ganas, que tu nuevo caminar este lleno de bendiciones, que Diosito y la virgencita Maria te sigan colmando, se sigan manifestando y llenando de su caridad divina.
Igual sabes que, cuando nos necesites puedes contar con este Resto que en estos tiempos ha crecido guiado por ti, que por acción divina tu abonaste en esa semilla, para nosotros es un gusto también servirte, así como siempre tu lo haces.
Hermanito, personas como tu vale la pena tenerlos como amigo. De eso se trata la amistad, apoyarnos y colaborarnos cuando nos necesitamos. Igual de nuestra parte te reiteramos, cuando nos necesites ahí estaremos para servirte.
Nos entregamos hoy en tan grato lugar para dar gracias a Dios por habernos permitido, terminar este ciclo, donde aprendimos más de los que esperábamos, y que nos ha servido para reforzar nuestro caminar, que nos ha hecho ser mejores personas; poniendo en práctica una nueva formación de vida donde brindamos lo mejor de cada uno de nosotros a quienes nos rodean y valorar mas a la humanidad.
Sea pues, éste uno de los mejores momentos para agradecerte por todo aquello cuanto nos enseñaste, por la preparación, por tu comprensión, respeto, cariño y bondad para tolerarnos con tantas diferencias y defectos.
Marquito todo tiene su fin, llegó la hora de despedirnos y decirte: que siempre, hasta cuando tú lo quieras, nosotros vamos a estar a tu lado de una manera incondicional, sin importar las circunstancias que se asomen en nuestro caminar.
Recordemos que la amistad es como un violín. Tal vez la música se para de vez en cuando, pero las cuerdas siguen intactas.
Que Dios te bendiga hoy y siempre.
"CORDI"
COMUNIDAD DE ORACION RESTO DE ISRAEL
FRANCISCO JAVIER RODRIGUEZ DE ARCE.
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